Aquí, en Yebra de Basa, podemos observar esta evolución a través de la ruta de las ermitas, que se inicia en la plaza del pueblo y que termina a lo alto de Santa Orosia. A través de esta ruta, podremos combinar tanto el turismo patrimonial como el geológico. A la salida del pueblo toparemos con unas formaciones margosas indicativas de ambientes marinos más o menos profundos que conforme avanzamos en el camino se tornan en niveles de areniscas grises que se atribuyen a ambientes deltaicos que dominaron el paisaje de este Valle hace cerca de 40 millones de años. Después de una nueva combinación de margas y areniscas grises podremos observar como los colores de las formaciones rocosas se van tornando cada vez más rojizos, lo que significa que estamos entrando en ambientes cada vez más continentales, y que por lo tanto dejamos atrás el mar para adentrarnos en ambientes más de tierra adentro. Por último y ya casi llegando a la parte alta de Santa Orosia, empiezan a cobrar el protagonismo los potentes niveles conglomeráticos que se desarrollaron adosados a los relieves montañosos que ya tenían cierta entidad y que hoy en día albergan las míticas ermitas de la Cueva, Santa Bárbara, San Cornelio y San Blas. Llegados a este punto no podemos iniciar el descenso sin antes ir a visitar la ermita de Santa Orosia que da nombre al pico que gobierna el Valle.